Los visitantes que se acercan a León para conocer sus calles, gastronomía y monumentos no pueden dejar escapar la oportunidad de visitar las cuevas del Valporquero, próxima a la casa rural de León, La Bolera. Se trata de una de las zonas más impactantes y conmovedoras de la provincia de León. Las cuevas de Valporquero son obra de la naturaleza que se ha ido modelando durante más de un millón de años para ofrecer a sus visitantes una experiencia única.
Muchos de nuestros huéspedes de la casa rural en León vienen con la intención de pasar un día en familia o con amigos en las cuevas de Valporquero. De esta forma, se amplía el número de actividades disponibles cerca de la casa rural La Bolera para aprovechar al máximo los días libres.
¿Cuál es el atractivo de las cuevas de Valporquero?
En el pueblo de Valporquero, León, se ubica esta construcción de la naturaleza de grandes dimensiones y largo recorrido, situada en una montaña a 1.300 metros de altitud. Está rodeada de altas cumbres, valles, zonas de piedra caliza, bosques y ríos. Un paisaje en el que prima la tranquilidad y donde se puede respirar aire puro, como en los alrededores de nuestra casa rural en León, La Bolera.
Su interior alberga dos niveles de galerías. Uno dirigido a todo tipo de público y otro dedicado a los espeleólogos y visitantes más atrevidos que quieran sumergirse en la zona de aguas. En el primero de ellos se encuentran tres zonas llamativas: la sala de maravillas, la gran rotonda y la columna solitaria.
Antes de iniciar el trayecto hacía las cuevas de Valporquero, desde la casa rural en León, se recomienda equiparse con ropa de abrigo y calzado deportivo. En sus profundidades la temperatura alcanza los 7 grados y la humedad es del 99%.
Los visitantes pueden elegir entre dos recorridos: el corto de una hora o el largo de hora y media. Las familias con niños que se alojen en nuestra casa rural La Bolera, en León, no deben preocuparse porque la belleza de las cuevas atrapará a los más pequeños y, además, cuentan con un parque.
En primavera y otoño los ríos que discurren dentro de la cueva están completamente llenos de agua, al igual que las cascadas, por lo que la visita se hace todavía más impactante. Los visitantes se sumergen en una pompa donde solo oyen el ruido del agua.