El valle de Laciana está rodeado de montañas de 2.000 metros de altura. El río Sil y sus afluentes son parte importante del paisaje de nuestra zona. Las dos especie más singulares (además de en peligro de extinción) son el oso pardo y el urogallo.
El valle de Laciana es Reserva de la Biosfera y está incluido en la red de Lugares de Importancia Comunitaria (ES0000210), así como en las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), dentro de la Red Natura 2000.
Qué encontramos en esta Reserva de la Biosfera
El relieve del valle de Laciana combina los valles con las altas cumbres. Además, posee una naturaleza viva, que da muchas opciones de practicar deporte y demás actividades. En este valle es posible encontrar cascadas, chozos, lagunas, castros de la época romana, tejos de más de mil años, etc. Es importante destacar las brañas. Son hoy refugios, pero lo utilizaban los pastores antaño y se conservan muy bien en nuestro valle.
No se puede olvidar que, además de las dos especies autóctonas (oso y urogallo), en Laciana se pueden avistar aves tan importantes como cárabos, lechuzas, carboneros, águilas, milanos, cernícalos, así como cigüeñas y garzas.
Este valle es una zona eminentemente forestal. Tiene numerosos valles de difícil acceso. Esto es, en parte, lo que explica explica el buen estado de conservación de especies como el urogallo cantábrico y el Oso pardo. Junto a ellos, también viven otras especies muy destacadas y singulares, como la liebre de piornal, la perdiz pardilla, el desmán ibérico, la nutria, el lobo, el corzo, el rebeco, el jabalí, salamandras y tritones.
El valle de Laciana también tiene su estación de esquí, Leitariegos para que los inviernos se puedan aprovechar aún más. Actualmente está abierto al público para poder disfrutar de la zona en verano y hacer rutas de senderismo, entre otras actividades al aire libre.