El Valle de Laciana es uno de los paraísos ocultos para los amantes de la naturaleza y, especialmente, para los apasionados del turismo ornitológico. Declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, este valle alberga una rica biodiversidad y es un enclave ideal para la observación de aves emblemáticas. Rodeado por montañas y bosques, ofrece un hábitat perfecto para numerosas especies, algunas de ellas en peligro de extinción o difíciles de encontrar en otras zonas de España.
Aves emblemáticas
Si estás buscando un destino para sumergirte en la tranquilidad del paisaje y disfrutar de la observación de aves, el Valle de Laciana es una opción inmejorable. A continuación, te presentamos algunas de las aves más emblemáticas que puedes avistar en este rincón de la naturaleza.
Urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus)
Uno de los grandes tesoros del Valle de Laciana es el urogallo cantábrico, una subespecie del urogallo que vive en los bosques de coníferas y caducifolios de la Cordillera Cantábrica. Este majestuoso ave, de plumaje oscuro y porte imponente, es uno de los emblemas de la conservación en España, ya que está en grave peligro de extinción.
El canto del macho durante la época de celo, que suele coincidir con los meses de primavera, es uno de los espectáculos más impresionantes de la fauna ibérica. Aunque su observación es difícil debido a su baja población y su carácter esquivo. El simple hecho de caminar por los bosques donde habita ya es una experiencia mágica.
Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)
Otro de los grandes señores de los cielos del Valle de Laciana es el quebrantahuesos, una de las aves rapaces más emblemáticas y espectaculares de Europa. Aunque su presencia es más común en los Pirineos. El Valle de Laciana forma parte del área de expansión de esta especie en la Cordillera Cantábrica. Con su envergadura de hasta 2,80 metros y su característico hábito de romper huesos arrojándolos desde grandes alturas. El quebrantahuesos se ha ganado un lugar en el imaginario popular como un ave fascinante y misteriosa.
Si tienes suerte y estás en el lugar adecuado, podrás observar su majestuoso vuelo sobre los riscos y montañas del valle.
Águila real (Aquila chrysaetos)
El águila real es otra de las joyas ornitológicas que habitan el Valle de Laciana. Esta rapaz, con una envergadura que puede superar los 2 metros, es símbolo de poder y libertad. Se puede observar surcando los cielos del valle. Sobre todo en las zonas montañosas y de difícil acceso.
El águila real es una cazadora formidable y su vuelo elegante es uno de los momentos más emocionantes para cualquier observador de aves. Con un poco de paciencia y unos buenos prismáticos, podrás disfrutar de su presencia en el entorno natural del valle.
Alimoche común (Neophron percnopterus)
El alimoche, conocido también como "buitre sabio" por su costumbre de usar herramientas para romper huevos. Es otro de los habitantes destacados del Valle de Laciana. Este pequeño buitre se distingue fácilmente por su plumaje blanco y negro y su cara de color amarillo intenso. Su vuelo, con las alas extendidas y su cabeza característica, es un espectáculo que ningún ornitólogo querrá perderse.
La población de alimoches en la Cordillera Cantábrica ha sufrido un notable descenso en las últimas décadas, pero sigue siendo una especie que se puede observar en el valle durante la primavera y el verano.
Pico mediano (Dendrocopos medius)
El bosque de Laciana también es hogar de muchas especies de pájaros carpinteros, pero uno de los más destacados es el pico mediano. Este pequeño ave, que habita principalmente en bosques de robles y hayas, es una especie difícil de ver debido a su carácter discreto y su preferencia por zonas boscosas densas.
Aunque no es tan vistoso como las rapaces mencionadas anteriormente, el avistamiento del pico mediano es un auténtico tesoro para los aficionados al turismo ornitológico, ya que su presencia indica la buena salud de los bosques de la región.
Turismo ornitológico responsable con aves emblemáticas
El turismo ornitológico en el Valle de Laciana no solo ofrece una experiencia única de conexión con la naturaleza, sino que también es una actividad que fomenta la conservación de especies amenazadas y la protección del entorno natural. Sin embargo, es importante recordar que la observación de aves debe hacerse de manera responsable, respetando siempre los hábitats y evitando cualquier tipo de alteración que pueda afectar a las aves, especialmente en épocas sensibles como la reproducción.
Si estás planeando tu próxima escapada ornitológica, el Valle de Laciana te espera con un abanico de oportunidades para descubrir algunas de las aves más emblemáticas de la Península Ibérica, en un entorno de tranquilidad y belleza natural incomparable.
